Por fin ha llegado el gran día, el día de la Concentración final de la Vuelta, en la cual estoy tan involucrado. Esta mañana me he levantado a eso de las 7:00 a.m, después de no haber dormido nada he cogido el Peladilla para ir a la concentración. Antes de pasar a buscar a Carolina y tras haber cargado todos los bultos que tenia que llevar he pasado por la gasolinera a llenar el deposito y ya de paso comprar un Redbull para mi, cosa que ha hecho mucho efecto.
Tras recoger a Carolina y después de 45 minutos largos de viaje hemos llegado a Leganés donde he dejado aparcado el Peladilla y hemos echado una mano colocando la carpa de la organización y demás cosas. Como era (y soy) uno de los organizadores, no he podido hacer mucho caso al Peladilla, así que tras cambiarle de sitio me he "olvidado" un poco de él, hasta que han llegado mis padres a quienes he dado las llaves y mi sobre de inscripción para que hiciese las fotos que yo no podía hacer, participe en la entrega de premios y agradecimientos, de los cuales previo reparto entre los organizadores me llevé a casa tres trofeos de agradecimientos.
Después de terminar las inscripciones y llegar el reparto de paella, ya me he "liberado" un poco para poder hablar con la gente, en especial con Michael Wahlen, uno de los alemanes, en concreto el que vino rodando con un Fiat 600. A pesar de mi mal ingles, conseguí hablar un poco con él y al enseñarle mi Peladilla, me dijo que el tenia un producto para abrillantar el cuadro que el iba dando mientras conducía, no se que le dije pero al final me regalo el tubo de pasta y me dijo que era para los cromados y plásticos, tras esto me dio una tarjeta y me fui a comer un poco de paella.
Como ya era bastante tarde, y todo estaba recogido cargue el Peladilla, pese a la insistencia de mi padre para no cargar el coche lo llene con todo lo que me tenia que llevar y nos pusimos de camino a casa, escoltado por dos coches, uno el padre de Carolina y otro mi padre. El Peladilla se porto bastante bien, o al menos eso parecía hasta que paramos ya que Carol lo necesitaba en una gasolinera de la carretera de Colmenar, donde había dos 600 salmantinos. Cuando paré mi padre se bajo para ver el motor, y vimos que iba perdiendo agua... estaba a punto de sufrir un calentón, uno de los salmantinos se acerco por el coche y nos dijo que no lo parasemos que lo dejásemos arrancado un rato para que se enfriase y así hicimos, prosiguiendo el viaje hasta Colmenar, donde paramos un momento para descargar las cosas y luego fuimos a casa de Carolina a por mas.
Al ser uno de los organizadores no pude disfrutar mucho del evento, nada más que del rato del alemán, pero me llena de orgullo haber podido participar con el Peladilla, eso si a la próxima voy de publico porque esto se pasa muy mal.
Tras recoger a Carolina y después de 45 minutos largos de viaje hemos llegado a Leganés donde he dejado aparcado el Peladilla y hemos echado una mano colocando la carpa de la organización y demás cosas. Como era (y soy) uno de los organizadores, no he podido hacer mucho caso al Peladilla, así que tras cambiarle de sitio me he "olvidado" un poco de él, hasta que han llegado mis padres a quienes he dado las llaves y mi sobre de inscripción para que hiciese las fotos que yo no podía hacer, participe en la entrega de premios y agradecimientos, de los cuales previo reparto entre los organizadores me llevé a casa tres trofeos de agradecimientos.
Después de terminar las inscripciones y llegar el reparto de paella, ya me he "liberado" un poco para poder hablar con la gente, en especial con Michael Wahlen, uno de los alemanes, en concreto el que vino rodando con un Fiat 600. A pesar de mi mal ingles, conseguí hablar un poco con él y al enseñarle mi Peladilla, me dijo que el tenia un producto para abrillantar el cuadro que el iba dando mientras conducía, no se que le dije pero al final me regalo el tubo de pasta y me dijo que era para los cromados y plásticos, tras esto me dio una tarjeta y me fui a comer un poco de paella.
Como ya era bastante tarde, y todo estaba recogido cargue el Peladilla, pese a la insistencia de mi padre para no cargar el coche lo llene con todo lo que me tenia que llevar y nos pusimos de camino a casa, escoltado por dos coches, uno el padre de Carolina y otro mi padre. El Peladilla se porto bastante bien, o al menos eso parecía hasta que paramos ya que Carol lo necesitaba en una gasolinera de la carretera de Colmenar, donde había dos 600 salmantinos. Cuando paré mi padre se bajo para ver el motor, y vimos que iba perdiendo agua... estaba a punto de sufrir un calentón, uno de los salmantinos se acerco por el coche y nos dijo que no lo parasemos que lo dejásemos arrancado un rato para que se enfriase y así hicimos, prosiguiendo el viaje hasta Colmenar, donde paramos un momento para descargar las cosas y luego fuimos a casa de Carolina a por mas.
Al ser uno de los organizadores no pude disfrutar mucho del evento, nada más que del rato del alemán, pero me llena de orgullo haber podido participar con el Peladilla, eso si a la próxima voy de publico porque esto se pasa muy mal.
